En las aulas heterogéneas el docente debe proponer situaciones-problema con el objeto de alentar la búsqueda de información para lograr una tarea de aprendizaje. Estos deben considerar un entorno, lo que hace imprescindible diseñar el entorno físico como una forma de organización.
El trabajo cotidiano requiere de buenas rutinas, es decir formas de trabajo que mejoran el aprendizaje. Por ejemplo: el entrar en el aula y comprobar que todo está dispuesto, que cada uno sabe lo que tiene que hacer, cuando y con quien, creando hábitos y actividades que permitan abordar los aprendizajes de manera más significativa y contribuyan al desarrollo de la economía.
Según Meirieu (2005) crear rutinas en relación al trabajo preciso equivale a realizar un ejercicio de socialización y trabajo.
Las rutinas se adquieren y consolidan a través de la práctica, combinando con los estudiantes cuales serán algunas de ellas, como también los procedimientos habituales de trabajo y relación con los otros a través los llamados “acuerdos de contratos de trabajo”. Estos contratos requieren de un acuerdo mutuo. Si bien estos acuerdos están diseñados por los docentes para lograr la aceptación de los alumnos, es necesario que este trabajo sobre los aprendizajes de los estudiantes, que pueden y deben hacer, genere condiciones de mayor complejidad para facilitar que los estudiantes puedan ampliar los límites de “lo que pueden”.
Es clave establecer una negociación entre todos los elementos que constituyen el aprendizaje supervisado por el contrato, los recursos, las estrategias, los tiempos y el compromiso recíproco de cumplir ese acuerdo basado en satisfacciones para ambas partes.
Otro elemento importante es el tiempo de trabajo que posibilita a los alumnos el logro de sus aprendizajes.
El reloj la agenda diaria o semanal, el calendario forman parte de la organización y distribución del tiempo. Es necesario generar momentos para escuchar, pensar, escribir en soledad e intercambiar idead con otros.
Los estudiantes necesitan distintos tiempos de aprendizajes; enfocar la enseñanza para aulas heterogéneas posibilita esta acción. En la planificación del tiempo el docente debe disponer de espacios de trabajo con todo el grupo, con algunos estudiantes, o en forma individual.
Los espacios deben ser flexibles, es decir, presentar un panorama claro de lo que se propone para trabajar durante el día, la semana o la unidad.
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